La dimensión social de la condición humana se traduce en responsabilidad de los empresarios frente a la sociedad civil: La empresa interactúa de tal manera con el tejido social que se puede decir que la salud y el dinamismo de la empresa depende de la salud y el dinamismo de la sociedad en la que desarrolla su actividad. Y viceversa. Empresa y sociedad interactúan inevitablemente. En consecuencia el empresario tiene la responsabilidad de aportar a la sociedad civil las iniciativas que pueda para contribuir a su buena salud. La repercusión de este esfuerzo en la propia empresa es indudable.
¿Qué decisiones tendrá que tomar la empresa para contribuir a que la sociedad civil sea cada vez más saludable? La empresa tiene que tomar decisiones sobre su entorno, sus clientes, sus proveedores, sus trabajadores, capaces de generar mejoras sociales a la familia, la vida humana, la educación de los hijos, el matrimonio, la moda, los mass media...
El empresario tiene el deber de fomentar el voluntariado en su propia organización empresarial para que las personas que la integran desarrollen una sensibilidad social cada vez mayor. Es responsabilidad también del empresario fomentar ese voluntariado social, involucrando a todos los miembros de la empresa con labores externas de carácter social.