Conócete a ti mismo es el comienzo del pensar humano. En ese proceso camina este libro con la noción de persona nacida en la cultura cristiana de los primeros siglos y desarrollada con ricos matices en la actualidad.

 

El hombre es un ser amoroso, es libre, es un ser pensante y con voluntad, pero también con corazón y una rica afectividad que reúne sentimientos primarios y otros complejos como el resentimiento, el rencor, el aburrimiento, los celos, la euforia, la tristeza y la alegría junto al amor-odio y otros. Si no se le ve como amante de la belleza no es posible entender su comportamiento. Pero tampoco sin estudiar su cuerpo y su cerebro.

 

Si sólo pensase en varones o sólo en mujeres no tendríamos una idea completa del ser personal humano. La sexualidad es importante y debe ser estudiada la femineidad y la masculinidad. Por eso es necesario abordar el tema de la vida; cuándo comienza, cómo se desarrolla en el tiempo, cuál es el cuerpo mínimo.

 

Pero el ser humano no es solitario, sino que es un ser con otros. Esta relación comienza necesariamente en la familia y sigue en diversos niveles sociales hasta la fraternidad universal. La nostalgia de la eternidad, la inmortalidad encuentran su lugar junto al enigma de la muerte.

 

Tras este trabajo sabemos mucho más sobre cómo es el hombre: Alguien radicalmente libre para amar y para siempre.